Túnez: 'Poder popular' destituye dictador

Domingo, 23 de Enero, 2011

Este artículo fue originalmente publicado en inglés a www.greenleft.org.au.

Por Tony Iltis, fue traducido por Sean Seymour-Jones

Después de 23 años de dominio dictatorial, el presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali fue forzado a dimitir y huir a Arabia Saudita  el 14 de Enero debido a un levantamiento masivo.

El alzamiento comenzó en 17 de diciembre en el pueblo provincial de Sidi Bouzid con un acto de desesperación individual.

Mohammed Bouazizi, recién graduado que tenía 26 años y se ganaba la vida como un vendedor de frutas sin permiso de las autoridades. Después de ser abusado y humillado por la policía quien confiscó su carro de frutos, se roció con gasolina y se inmoló en frente de las oficinas del gobierno municipal.

Esta declaración extrema contra la pobreza, la falta de oportunidad y la brutalidad de estado fue el motor de las protestas que se extendieron a través del país, a pesar de que la policía disparaba a los manifestantes y aplicaba gas lacrimógeno.

Para el 27 de diciembre muchas protestas han estallado en la capital, Túnez. El joven Bouazizi murió de sus heridas el 4 de enero. Sin embargo, su protesta dramática ha impulsado un movimiento que a menos de un mes derrocó el régimen.

El movimiento popular utilizó el creciente descontento contra las décadas de dominio militar aunado a la corrupción y la pobreza.

Las políticas económicas impuestas por el Fondo Monetario Internacional que desarrolló un “crecimiento económico” (i.e. crecientes beneficios) por los inversores occidentales, sumado a las riquezas fantásticas del presidente, su esposa y su familia,  condujeron a la caída del nivel de vida de la población, altas tasas de desempleo y subempleo para la mayoría de los tunecinos.

La crisis financiera global aceleró la caída del nivel de vida.

El descontento también fue empeorado por la publicación de Wikileaks en diciembre del pasado año donde en unoss clasificados de la embajada de los Estados Unidos en Túnez se mostraba que  EE.UU, aliado del régimen, tenía plena consciencia de la situación que ocurría en Túnez.
cable

“Túnez es un estado policial con poca libertad de expresión, ni asociación y graves problemas de derechos humanos,” decía un cable de Julio de 2009 que publicó The Guardian  el 7 de diciembre.

“Ellos no soportan el consejo ni la crítica ya sea ésta interno o externo. Cada vez más, dependen de la policía paraar y mantenerse en el poder. control

“Y la corrupción en el círculo íntimo está creciendo. Incluso los medios de comunicación tunecinos ahora están profundamente conscientes de ello y el coro de quejas está aumentado. Los tunecinos le tienen real aversión, incluso odian, a la primera dama Leila Trabelsi y su familia... Mientras la ira está creciendo contra el alto desempleo y las inequidades en las provincias de Túnez. Como consecuencia, los riesgos a la estabilidad del régimen a largo plazo están aumentado”.

Los cables filtrados también mostraron que a pesar de todo los EE.UU apoyaba a Ben Ali, como un aliado en la “guerra contra terrorismo”.

“No podemos descartar Túnez. Tenemos demasiado  peligro. Tenemos un interés en impedir que al-Qaeda se afiance en el Magreb islámico y otros grupos extremistas de aquí. Además necesitamos aumentar la comprensión mutua para ayudar a reparar la imagen de los Estados Unidos y asegurar mayor cooperación con nuestros muchos retos en otras regiones”.

“Los Estados Unidos necesitan ayuda en esta región para favorecer nuestros valores y políticas. Túnez es un lugar donde, con tiempo, lo encontremos...”

“Hablaríamos muy claramente y a un nivel muy alto a los tunecinos sobre nuestras preocupaciones con respecto a la democracia y las prácticas de los derechos humanos de Túnez, pero disminuiríamos la crítica pública”.

Francia también apoyó el régimen, ofreciendo a enviar policías en vísperas del derrocamiento de Ben Ali.

Ben Ali apareció en televisión nacional el 28 de diciembre para denunciar las protestas como “inaceptables” y advertir a los tunecinos que la respuesta del gobierno sería “firme”.

Se intensificó la represión. Oficialmente, la policía asesinó a 74 manifestantes durante el alzamiento. Pero el Alto Comisionado por los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay dijo a AFP en el 20 de enero que el número de muertos podría ser más de 100.

En el 6 de enero, por lo menos seis bloggers fueron detenidos, incluyendo los activistas del Partido Tunecino de Piratas, Slah Eddine Kchouk, Slim Amamou y Azyz Amamy.

El popular rapero “El General” (Hamada Ben-Amor) también fue detenido por publicar una canción en Youtube titulada “Presidente, Su Pueblo Muere.”

Hamma Hammamim el líder del prohibido Partido Comunista de los Obreros Tunecinos (PCOT) fue detenido en el 12 de enero. Todos han sido liberados desde entonces.

La represión sólo avivó el levantamiento. Al principio, la juventud desempleada y subempleada encabezó las protestas. Pero a finales de diciembre el Sindicato General Laboral Tunecino (UGTT) estaba desempeñando un papel central.

Tunecinos de todas las condiciones se unieron a las protestas, Ben Ali desesperadamente cambió la táctica. El 13 de enero anunció las reformas políticas y económicas donde prometió que no se reelegiría para las elecciones presidenciales del 2014.

Él hizo otra llamamiento el 14 de enero, esta vez prometiendo las elecciones dentro de seis meses. Pero esto fracasó e impidió que las protestas crecieran y huyó de Túnez esa misma noche.

“El temor se ha ido, la gente ha alejado su temor,” dijo la activista feminista Sana Ben Achour dijo a The Guardian el 14 de enero. “He estado esperando por 20 años este día.”

El apoyo de los EE.UU por Ben Ali fue basado en la noción que su régimen fue un baluarte contra el extremismo islámico.

Si bien el movimiento que derrocó a Ben Ali no hizo ningunas exigencias religiosas. Lo hizo como protesta contra el desempleo y la inflación, que se convirtió en una  lucha por la democracia, la libertad de expresión, los derechos humanos y el fin del régimen.

El primer ministro Mohamed Ghannouchi y el presidente del parlamento Fouad Mebaza establecieron un “Gobierno de Unidad Nacional” el 17 de enero.

No obstante, a pesar que los tres lideres de UGTT y algunos otros miembros de la oposición (incluyendo Slim Amamou del Partido de los Piratas) les otorgaron puestos dentro del gabinete, todos los puestos de poder eran del partido de Ben Ali, la Concentración Constitucional Demócratica (RCD).

Los ministros de la UGTT renunciaron al gobierno el 18 de enero y las protestas han seguido. Ahora, la mayor demanda de los manifestantes es para excluir la RCD del gobierno.

El nuevo gobierno ha legalizado los partidos prohibidos durante el mandato de Ben Ali, se han liberado 1800 presos políticos y permitido la libertad de prensa. La BBC dijo el 21 de enero que “los periodistas han echado los redactores quienes fueron escogidos por el régimen viejo”.

No obstante, estas reformas no han sido lo suficientemente satisfactorias para los manifestantes , sólo los anuncios realizados por los ministros de la RCD que han renunciado al partido.

La UGGT ha llamado a nuevo gobierno con ningún vínculo al viejo régimen, Los tres mayores partidos que ilegalizados por Ben Ali (y excluidos del gobierno de “unidad”) - el PCOT, el islámico Hizban-Nahda y el nacionalista Congreso por la República – han hecho demandas similares.

Los tres partidos han trabajado en una alianza anti-dictatorial desde 2005.

El líder del PCOT Hammami dijo el 15 de enero: “Todas las fuerzas que desempeñaron un papel efectivo y crucial en el derrocamiento del dictador, políticas, sindicalistas, de  derechos humanos o culturales, organizadas o no, son, junto con las masas, entes involucrados en trazar el futuro de Túnez y no pueden ser representados por alguna otra figura o cuerpo en cualquieras negociaciones o comunicaciones con el gobierno.”

Hizb an-Nahda ha llamado por “un Consejo Constituyente que representa a todas las tendencias políticas y las instituciones de sociedad civil como los sindicatos, la Asociación de los Abogados, y los cuerpos representativos de los graduados desempleados quienes desempeñaron un papel importante en la revolución, con el propósito de construir una constitución democrática por un sistema parlamentario que distribuye y descentralizar el poder en la escala más amplia”.

El gobierno de “unidad” liderado por ex-RCD parece estar resuelto a conservar el poder, pero los protestantes tunecinos siguen resistiendo la violencia de la policía.

El diario The Independent británico del 19 de enero dijo que, a diferencia de la policía, el ejército tunecino ha negado las órdenes para usar el fuego real contra los manifestantes en las previas semanas.

El ejército también combatió contra las unidades élites de la policía leal al presidente derrocado y ha ayudado a organizar a los civiles para hacer lo mismo (aunque el ejército también ha buscado impedir que los civiles adquieran armas de fuego).

El ejército ha quedado hasta ahora leal al nuevo gobierno de “unidad”. Pero hay signos de creciente solidaridad entre los soldados rasos y los manifestantes.

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