Corea del Sur después de la elección de Moon Jae-in

[Original in English here.] 17 de mayo, 2017 — Traducido por Enrique García, Sin Permiso — Moon Jae-in, del Partido liberal demócrata, ganó las elecciones presidenciales de Corea del Sur el 9 de mayo, obteniendo el 41% de los votos y derrotando fácilmente a su oponente, el archi-conservador Hong Jun-pyo, que obtuvo alrededor del 24%. Las elecciones tuvieron lugar después de la destitución de la presidenta conservadora, Park Geun-hye como consecuencia de un gran escándalo de corrupción. Park, del partido conservador Saenuri (rebautizado Partido de la Libertad de Corea, en un intento de cambio de marca), fue obligada a dimitir tras la gran “revuelta de las velas”. Millones de coreanos se movilizaron en una serie de protestas con velas para exigir su destitución. Las elecciones han tenido lugar bajo la amenaza de guerra en la península de Corea como consecuencia de la escalada de la tensión entre la administración Trump y Corea del Norte. El candidato liberal Moon defendió en su campaña la negociación con el Norte para reducir las tensiones frente a la actitud militarista de Hong. Youngsu Won, activista de izquierdas y coordinador del Foro Internacional en Corea, habla de la situación política en su país con Stuart Munckton, redactor de la revista australiana Green Left Weekly. Stuart Munckton - ¿Qué crees que representa la victoria de Moon? Youngsu Won - El triunfo de Moon es impresionante, pero no abrumador, a pesar de que su margen es bastante grande. Su victoria es consecuencia en gran parte del movimiento de protesta con las velas. Hong era un candidato improvisado, tras una serie de fracasos conservadores a la búsqueda de un candidato competitivo. Aunque ganó menos votos que los candidatos conservadores anteriores y, a pesar de una ridícula campaña contra la izquierda pro-norcoreana, Hong consiguió en buena medida agrupar a los votantes conservadores. Por otro lado, Yoo Seung-min, un conservador “reformista”, no pudo ganar los corazones y las mentes de los votantes conservadores, que lo consideraban un traidor por haber abandonado el partido Saenuri con otros parlamentarios opuestos a Park para formar el Partido Bareun. El éxito de Hong y el fracaso de Yoo son una muestra del estado mental enloquecido de los votantes conservadores que votaron en masa por el partido de Park a pesar de su ignomiosa destitución. ¿Qué impacto tuvo la enorme revuelta de las velas en el resultado? ¿Qué podemos esperar ahora de los organizadores y participantes en esas acciones de masas? Los participantes de base en la revuelta de las velas se conforman en su mayoría con el cese de Park y la victoria de los liberales en las elecciones presidenciales. Los liberales convencionales, en su mayoría partidarios de Moon, identifican las protestas de las velas con el éxito electoral. Sin embargo, los sectores más progresistas creen que las protestas con velas no deben limitarse al marco electoral, sino que deben ser un primer paso en la transformación profunda de la política en Corea del Sur y su economía. Celebran la victoria de Moon, pero son críticos con su gobierno. ¿Cómo influyó la creciente tensión con Corea del Norte, como parte de la campaña de guerra de Estados Unidos? ¿Podrá la administración de Moon Jae-in reducir las tensiones? Por suerte para Moon, las tensiones en la península coreana no tuvieron un gran impacto en las elecciones. El llamado “factor de Corea del Norte” ha sido utilizado en varias ocasiones por los conservadores, así como por los gobiernos y las agencias de inteligencia. En los últimos tiempos, el conflicto era principalmente entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el presidente Trump. El debate geopolítico era sobre los misiles THAAD, que el gobierno saliente y los EE.UU. instalaron en Corea del Sur sin respetar los procedimientos previstos antes de las elecciones. ¿Qué posición adoptaron los sindicatos y la izquierda en las elecciones presidenciales? La única candidata progresista fue Shim Sang-jeong, del Partido de la Justicia, a excepción de un candidato de un partido heredero del Partido Progresista Unido (PPU) pro-norcoreano, que fue prohibido por el gobierno de Park en 2012. La campaña de Shim fue un éxito, y tuvo una buena actuación en los debates de televisión frente a otros adversarios liberales y conservadores. A pesar de las altas expectativas, el resultado final fue un poco decepcionante: el 6%. La Confederación de Sindicatos de Corea (KCTU) y la izquierda alternativa fueron sólo espectadores en estas elecciones, ya que no hubo ningún intento de presentar como candidato a un trabajador o socialista. Antes de las elecciones, la tendencia pro-norcoreana impulso una fuerte campaña en la KCTU para la construcción de un nuevo partido de los trabajadores. Por el momento, las fuerzas pro-norcoreanas están dispersas en diferentes grupos y sienten la necesidad de un nuevo marco político amplio para participar en una nueva versión del Partido Democrático del Trabajo (que fue un grupo que ayudó a constituir el ahora prohibido UPP). ¿Cuál es la posición de la izquierda, los sindicatos y los movimientos sociales frente a las tensiones imperialistas de Estados Unidos con Corea del Norte? La mayoría de los surcoreanos, no sólo los activistas de la izquierda alternativa, están en contra de tensiones innecesarias en la península coreana y quieren una paz sin armas nucleares. El argumento del régimen de Corea del Norte de que tiene derecho a su autodefensa no atrae a los surcoreanos. Una serie de pruebas de misiles del Norte proporcionaron la justificación que necesitaban los conservadores para desplegar el sistema de misiles THAAD, a pesar de la tenaz resistencia de los habitantes de la región. El despliegue del sistema de misiles THAAD enfureció a China, y la relación entre China y Corea del Sur ha empeorado significativamente. Por lo tanto, los surcoreanos están atrapados en un conflicto no deseado e innecesario entre Corea del Norte y los EEUU. Los movimientos sociales son críticos con el intervencionismo de EEUU, pero por el momento no se ha organizado ningún movimiento de masas para hacer frente a esta difícil situación. ¿Qué podemos esperar de la presidencia de Moon Jae-in para Corea del Sur e internacionalmente? El gobierno de Moon intentará relanzar la “Sunshine Policy" (de mayor compromiso) con Corea del Norte y poner fin a la política hostil de los gobiernos conservadores anteriores. También tratará de mejorar las relaciones con China y aliviar las tensiones. Sin embargo, Moon se verá obligado a tratar con Trump y su absurda política de confrontación con Corea del Norte. En resumen, la situación geopolítica es muy tensa. Moon tiene que demostrar su capacidad política para hacer frente a la confrontación entre las superpotencias para trabajar por la paz y la coexistencia en la península coreana.

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