Lenin y Kautsky: El extraño caso de Lenin en el armario

[English at "Lars Lih on Lenin and Kautsky: 'The strange case of the closeted Lenin'", http://links.org.au/node/4186.]

Por Lars Lih, traducción para www.sinpermiso.info: Gustavo Buster

14/12/14 – Sinpermiso.info – En primer lugar, permítanme decir que es muy elogioso tener dos críticas - una sustancial, la otra no - a mis puntos de vista sobre Lenin publicados recientemente. La primera es de Kevin Corr y Gareth Jenkins, del SWP[1]) y la segunda está escrita por Peter Taaffe del Socialist Party in England and Wales[2].

En mi opinión, la crítica de Taaffe no tiene que ver con mis puntos de vista y no le interesa realmente lo que defiendo. Peter Taaffe simplemente afirma que escribo frases pretenciosas, románticas y después expone sus propios puntos de vista. No es una polémica seria digna de una respuesta. Por su parte, sin embargo, Corr y Jenkins en su artículo, "El caso de la desaparición de Lenin”, pretenden refutar mis puntos de vista reales y en su mayor parte su crítica hace un buen trabajo a la hora de resumir cuales son..

Solía existir en la izquierda una narrativa lineal, indiscutible, que era algo como:

Antes de la Primera Guerra Mundial, Lenin se consideraba un discípulo de Kautsky, pero en realidad no lo era. Lenin simplemente no se dio cuenta de que no estaba de acuerdo en lo fundamental con Kautsky. Luego llegó 1914, Kautsky traicionó a la clase obrera y a Lenin se le cayeron las vendas de los ojos. Es decir, Lenin se dio cuenta entonces de que Kautsky era un representante del 'mecanicismo determinista … del marxismo de la Segunda Internacional’. Lenin tuvo que replantearse algunas cosas, y se le ocurrió algo fundamentalmente distinto al ‘marxismo de la Segunda Internacional’. Por otra parte, Lenin defendía una forma única de organización del partido llamada "centralismo democrático", y así creó lo que llamó un "partido de nuevo tipo”.

Lo que la crítica de Corr y Jenkins muestra es que esta historia está ya muerta. Aunque tratan de dar la impresión de que defienden esa narrativa, en realidad no lo hacen. Ni siquiera tratan de refutar los dos puntos básicos puestos de relieve por mi investigación y la de otros. En primer lugar, Kautsky defendía puntos de vista revolucionarios antes de 1914 (o al menos antes de 1909, si se quiere un punto de inflexión más conservador). En segundo lugar, Lenin no argumentaba lo que según este relato defendía, ni en relación a Kautsky ni al partido de nuevo tipo. De hecho, muy a menudo, decía lo contrario.

En primer lugar voy a citar a Corr y Jenkins para mostrar en que estamos de acuerdo de alguna manera. Así es cómo caracterizan mi posición: "No fue Lenin quién rompió con kautskismo: fue Kautsky el que rompió". Puedo aceptar esta fórmula. Refleja sin duda la propia opinión de Lenin. Sostuvo que Kautsky era un renegado que había cambiado su posición, mientras que él se había mantenido fiel a las ideas que habían compartido con anterioridad. He aquí algunas citas de la crítica en International Socialism que más o menos confirman la opinión de que Kautsky era un renegado.

Los autores escriben que para Kautsky "la meta de la revolución fue siempre pospuesta hasta el momento adecuado (que nunca llegaba). Kautsky fue audaz a la hora de pedir una irreconciliable oposición al orden existente en la nueva era de las revoluciones, pero tímido cuando la realidad lo exigía"- en otras palabras, sus principios fueron revolucionarios, pero no estuvo a la altura de ellos. "En teoría Kautsky comprendió que la revolución era más necesaria que nunca si se quería evitar que la sociedad se hundiera en la guerra y la barbarie, pero fue incapaz de romper con el parlamentarismo que había defendido tanto tiempo".

No estoy apoyando estas afirmaciones. Me limito a señalar qué es lo esencial del argumento de Corr y Jenkins: afirman que Kautsky comprendió teóricamente la necesidad de la revolución, pero cuando llegó el momento no estuvo a la altura de sus posiciones.

Citan la afirmación de Kautsky de que el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) era un "partido revolucionario, pero no un partido que haga revoluciones". Comentan: "La verdad profunda de esta declaración (que las revoluciones no se pueden hacer cuando se quiera, sino que están determinadas por las condiciones históricas) era en la práctica, como Pannekoek dijo, una" teoría de atentismo sin acción ... de radicalismo pasivo". Siguen: "El compromiso teórico general con la revolución, y la resistencia al revisionismo, en particular, no implicaban una forma de organización que correspondiese." Finalmente citan a Paul Le Blanc y afirman que su visión es esencialmente correcta: hacia 1910, Kautsky "fue aguando, de forma sutil, pero cada vez más, su compromiso aparentemente inequívoco y elocuente con el marxismo revolucionario" (3). Todos ellos están admitiendo mi punto esencial - que es el punto esencial de Lenin – de lo que pasó con Kautsky.

'Kautskiano'

Me gustaría abordar ahora la relación entre Lenin y Kautsky. En primer lugar, en la forma en que se utiliza a menudo en el artículo Internacional Socialismo el término 'kautskiano', no es útil. En esencia, lo que los autores dicen es que si Lenin tenía ideas similares a las de Kautsky, entonces era un 'kautskiano'.

Recuerdo haber leído a algunos bolcheviques en 1904 a los que les irritaba que les llamasen 'leninistas', que en ese momento significaba simplemente ser un seguidor de Lenin. Decían: 'No somos leninistas. Somos socialdemócratas revolucionarios, que creen que Lenin es la persona en la dirección en el exilio que mejor representa nuestros puntos de vista". Esta fue la actitud, más o menos, de Lenin hacia Kautsky. Lenin era un socialdemócrata revolucionario, que consideraba que Kautsky era uno de los principales exponentes de las ideas marxistas, y que las aplicaba con éxito a las condiciones de su tiempo.

Pasemos a continuación a la cuestión del kautskismo como "el marxismo de la Segunda Internacional". Es una frase que odio y que Lenin rechazó en 1915, cuando fue formulada por el socialdemócrata de derechas Alexander Potrésov. Lo que Potrésov defendía era que la Internacional en su conjunto se había ablandado y sucumbido al gradualismo, y su descripción sigue siendo la interpretación común de la Segunda Internacional, incluso hoy en día. Pero Lenin afirmó que ese punto de vista era absolutamente equivocado: según él, todos los partidos en la Internacional habían sido testigos de una lucha entre los socialdemócratas revolucionarios (cuyo portavoz más destacado fue Kautsky) y los "oportunistas". Para Lenin, por lo tanto, no había un solo y unívoco "marxismo de la Segunda Internacional", sino dos alas en conflicto. Lenin nunca repudió su identidad política como socialdemócrata revolucionario; una y otra vez defendió que estaba preservando el legado de esa ala de la Segunda Internacional.

  • Es cierto que Lenin tuvo una relación especialmente intensa con Kautsky. Los escritos de Kautsky fueron utilizados por Lenin para ayudarle a expresar sus propios puntos de vista en tres áreas clave.
  • En primer lugar, sobre la naturaleza esencial del partido. He abordado este tema en Lenin redescubierto (4) en mi discusión sobre la “fórmula de la fusión” (la socialdemocracia como la fusión del socialismo y del movimiento obrero) y el papel del partido en la dirección de la clase obrera.
  • La segunda área en la que Lenin utilizó a Kautsky como autoridad se refiere al escenario bolchevique en Rusia, tal como se desarrolló después de 1905. Lo que define el bolchevismo esencialmente para mí es su aproximación a las condiciones de Rusia que refleja este escenario: con el fin de llevar la revolución democrática hasta el final, el proletariado tiene que ejercer su "hegemonía" (dirección política) sobre el campesinado y utilizar el poder del Estado mediante un gobierno provisional revolucionario.
  • En tercer lugar, la visión del mundo post-1914 de Lenin en relación con el imperialismo y las revoluciones nacionales, y cómo estos diferentes tipos de revoluciones interactuaban a escala global, fue elaborada por Kautsky.

En estas cuestiones, Lenin se alineó con el pre-renegado Kautsky, como el propio Lenin insistió enérgicamente.

En relación con la definición del partido, Corr y Jenkins argumentan que Kautsky defendía un partido de toda la clase. Se trata de un error fundamental y, de hecho, es lo contrario de lo que Kautsky dijo muchas veces. También utilizan el término 'parlamentarismo' como sinónimo de 'Kautskismo'. Sin embargo, no está claro lo que quieren decir con ello. ¿Quieren decir que Kautsky estaba a favor de un gobierno de la mayoría? Sin lugar a dudas. ¿Quiere decir que estaba a favor de la democracia representativa, con representantes elegidos a las instituciones cuyas decisiones son vinculantes? No sólo lo creía, sino que escribió un libro defendiéndola. Por supuesto, Lenin también estaba de acuerdo con esa posición. ¿”Parlamentarismo" significa que Kautsky estaba a favor de limitar los métodos de lucha de los socialdemócratas al parlamento? Kautsky no estuvo de acuerdo con esa limitación y así lo dijo muchas veces. ¿Quiere decir que creía que los parlamentos que existían en Francia y Alemania eran verdaderas instituciones democráticas? Kautsky no lo creía. La democratización total de las instituciones parlamentarias, junto con la abolición de la policía, el ejército y la burocracia, eran parte del programa mínimo de la socialdemocracia, que Kautsky suscribía. Kautsky puso como ejemplo explícitamente a la Comuna de París (5). Así que “parlamentarismo” puede significar muchas cosas, pero que cualquier definición aplicable a Kautsky también lo puede ser a Lenin.

Corr y Jenkins afirman que Kautsky hablaba de revolución, pero que no tenía nada que decir sobre la estrategia revolucionaria, es decir, que hay que hacer entre ahora y la revolución. Esta es una declaración alucinante, ya que Kautsky aportó más sobre este asunto que ningún otra persona, con la excepción de los propios Marx y Engels. Precisamente eso es lo que Lenin más apreciaba en Kautsky como pensador marxista: su examen de los problemas reales y sus recomendaciones concretas a los socialdemócratas.

El objetivo de Corr y Jenkins es argumentar contra la 'kautskinización' de Lenin. Cuestionan mi lectura de los escritos de Lenin de dos maneras, esencialmente diciendo que o bien 'Lenin pensó que pensaba x, pero estaba equivocado', o por el contrario, 'Lenin estaba mintiendo, pero no importa porque cumplía con su papel como líder revolucionario". Admiten que "Lenin bien pudo pensar que estaba aplicando el marxismo que aprendió de Kautsky" pero, sin embargo, defienden su concepción de un "leninismo como algo específico", que describen en las siguientes palabras: "lo que Lenin hizo, más allá de lo que su lenguaje a veces parece indicar que él pensó que estaba haciendo" (si se tiene que escribir una frase tan retorcida se tiene evidentemente un problema). Esta caracterización de Lenin les parece a Corr y Jenkins "perfectamente correcta - a pesar de que reconocemos que Lih no estaría de acuerdo con ella".

En realidad, lo que yo creo es que es perfectamente posible que un líder político a veces no se crea sus propias declaraciones, o que exagere u oculte sus puntos de vista; pero hay que tener una buena razón de que es así efectivamente y porqué lo hace. Otra cita de este tipo de International Socialism tiene que ver con la conferencia de 1912 de Praga del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso y la supuesta creación de un nuevo tipo de partido:

“La posición oficial de Lenin y sus camaradas bien pudo haber sido que no era un tipo diferente de partido y que su carácter casi exclusivamente bolchevique era un reflejo de la autoexclusión de los mencheviques. Sin embargo, algo había cambiado fundamentalmente”.

¿Qué quieren decir cuando hablan de la posición formal de Lenin y sus correligionarios? ¿Cuál fue la posición informal? ¿Hay alguna evidencia de que realmente mantuvieran otros puntos de vista? Al final, Corr y Jenkins simplemente están diciendo que no podemos confiar en las declaraciones de Lenin a la hora de intentar saber cuales eran sus opiniones políticas y, de esta manera, están asumiendo efectivamente que las palabras de Lenin en realidad no dicen lo que - hasta hace poco - la mayoría de la gente creía que decían. Para aumentar la confusión, terminan con dos narrativas diferentes del supuesto cambio de posición de Lenin en relación con el partido, alegando, primero, que ese cambio se produjo en 1912 con la Conferencia de Praga y, más tarde, afirmando que Lenin se dio cuenta sólo después de 1914 y del estallido de la guerra de que el oportunismo tenia que ser extirpado del partido.

'Un Lenin hipócrita'

Me gustaría examinar brevemente tres cuestiones más planteadas por el ensayo en International Socialism.

Una tiene que ver con aclarar lo que quiero decir con mi frase, "una falta de originalidad agresiva", que utilizo en referencia a la opinión de Lenin sobre su propia posición: afirmó con agresividad que su posición era poco original. Lenin insistió con gran fervor que simplemente estaba repitiendo en 1914 lo que todos los socialdemócratas revolucionarios prominentes habían estado diciendo cinco años antes (o dos años antes, en el caso de la resolución de 1912 de Basilea). Así es como Lenin defiende su postura. No veo ningún intento de aceptar este hecho en el ensayo.

En segundo lugar, creo que Corr y Jenkins no hacen justicia a mi argumentación fáctica en relación a la pregunta, "¿repudió alguna vez Lenin el hecho de que Kautsky fue un revolucionario hasta 1909?” De hecho Lenin siguió afirmando el pasado revolucionario de Kautsky incluso más allá de 1917, incluso después de Kautsky se hubiera convertido en una especie de diablo para los revolucionarios. Hasta el final, Lenin continuó afirmando que Kautsky fue el teórico marxista más destacado de su tiempo (6).

El caso más llamativo de ello fue el 50 cumpleaños de Lenin en 1920. Todo el mundo se había reunido para celebrarlo y cuando Lenin subió al escenario empezó a citar en toda su extensión el artículo de Kautsky de 1902 “Los eslavos y la revolución", añadiendo lo bien que escribía Kautsky "cuando todavía era marxista". Lenin nunca cambió de opinión al respecto. Corr y Jenkins nuevamente evitan enfrentarse con los hechos.

En tercer lugar, está la cuestión de la supuesta "doble vara de medir" de Lenin. Este pasaje me impactó:

Aquellos que insisten que el centralismo es la condición dialéctica de la democracia auténtica en el partido tienden a asombrarse con esto de Lenin: que el Comité Central "no tiene absolutamente ningún derecho a presionar a las organizaciones de los partidos para que acepten su resolución" y que "la disciplina no exige que un miembro del partido deba suscribir ciegamente todas las resoluciones adoptadas por el Comité Central".

Si ponemos esta declaración en su contexto, lo que le preocupaba a Lenin no era un derecho democrático en general a desobedecer al Comité Central, sino la necesidad específica de preservar la política revolucionaria en unas condiciones en las que los mencheviques se habían convertido en la mayoría después de la conferencia (de unidad) de Estocolmo de 1906 y estaban utilizando su control del comité central para impulsar el apoyo al gobierno democrático constitucional derechista designado por el zar.

Según Anatoli Lunacharski, Lenin le dijo antes de la conferencia: "Si tenemos una mayoría en el comité central exigiremos la más estricta disciplina. Insistiremos que los mencheviques se sometan a la unidad del partido”. ¿En el caso de que los mencheviques ganasen la mayoría? Lenin respondió: "No vamos a permitir que la idea de la unidad nos ate una soga al cuello y no permitiremos en ningún caso que los mencheviques nos arrastren de la cuerda" (7).

El artículo pasa luego a alabar este tipo de cosas. Esencialmente lo que los autores están afirmando es que Lenin era un hipócrita, que decía una cosa u otra según le conviniese; y, además, que era algo correcto y que nosotros vamos a hacer lo mismo en la actualidad. En otras palabras: cuando decimos algo, el que nos crea es un ingenuo. De hecho, me parece que están diciendo, "cuando nosotros, los dirigentes, pensamos que los miembros necesitan cambiar de posición porque ya no es la correcta, podemos decir lo que queramos".

Para concluir, creo que tenemos que preguntarnos por qué la gente está tan preocupada por distanciar a Lenin y Kautsky. Creo que se trata de un ejemplo de "disonancia cognitiva". El propio Lenin se vio afectado de disonancia cognitiva en 1914: una persona que admiraba tanto estaba haciendo algo que abominaba mucho. Lenin hizo un buen trabajo a la hora de hacer frente a este problema, con el argumento de que los principios que había defendido Kautsky previamente eran todavía revolucionarios, pero que quién había cambiado desde entonces era Kautsky.

Los que tratan de distanciar a Kautsky y Lenin sufren disonancia cognitiva: 'Aquí está Lenin: nos gusta mucho; aquí esta Kautsky: no podemos soportarlo'. Cuando alguien viene y señala que el propio Lenin insistió en la validez de las ideas que él y Kautsky compartían, para algunos en la izquierda es simplemente inadmisible y le acusan a uno de describir a Lenin como un kautskiano. El kautskismo es por definición algo malo para esos pensadores y Lenin algo bueno y, por lo tanto, argumentan, no puede ser más que un error el establecer una conexión entre los dos. Tal vez deberían comenzar por leer a Kautsky y entender lo que Lenin veía en él. Tal vez Lenin tenía razón acerca de la política revolucionaria de Kautsky.

Aquellos que como yo argumentamos de esta guisa no somos "pro-Kautsky”. Somos (para adaptar una frase utilizada por Ian Angus recientemente) “rehabilitadores de Kautsky”. Estamos tratando de situar a Kautsky de nuevo en la historia del movimiento socialista. He aquí un autor de quien aprendieron, se inspiraron y veneraron todos los marxistas revolucionarios serios de la época, incluyendo todos los bolcheviques, pero al que en la actualidad se desprecia como un cobarde y un idiota. Se esta denigrando nuestra propia tradición. ¿Por qué se hace algo así? ¿Por qué esta insistencia en que las buenas ideas de Lenin tenían que ser originalmente suyas? ¿Se trata de una especie de culto a la personalidad?

Por último, en respuesta al título del artículo, que afirma que trato de "hacer desaparecer a Lenin", sugiero que lo que Corr y Jenkins nos presentan es “El extraño caso de Lenin en el armario”: un Lenin que, por alguna razón, no decía lo que pensaba, que no defendía públicamente sus puntos de vista auténticos.

No reconozco ese Lenin.

Notas

1. International Socialism October 2014.

2. P Taaffe, ‘Lenin’s revolutionary legacy’ Socialism Today February 2014.

3. P Le Blanc, ‘Lenin and us: into the past, back to the future’ Links June 14 2011: links.org.au/node/2364.

4. LT Lih Lenin rediscovered: ‘What is to be done?’ in context Chicago 2008.

5. Ver la traducción e introducción de Ben Lewis’s a los escritos de Kautsky sobre la república francesa: Weekly Worker April 27 2011, May 18 2011, May 25 2011.

6. Ver mi colección de comentarios de Lenin, ‘Kautsky when he was a Marxist’: www.historicalmaterialism.org/journal/online-articles/kautsky-as-marxist-data-base.

7. Quoting VI Lenin, ‘Let the workers decide’ (1906): www.marxists.org/archive/lenin/works/1906/jun/01.htm.

[Lars T. Lih estudió filosofía y ciencias políticas en las universidades de Yale, Oxford y Princeton. Fue profesor en la Universidad de Duke y el Wellesley College y actualmente enseña en la universidad McGill de Montreal, Quebec.]


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