Revolución Bolivariana inspira a militantes en Filipinas
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Por Sonny Melencio
15/04/13 – America XXI – El legado del fallecido presidente Hugo Chávez ha sido poderoso para las organizaciones socialistas revolucionarias de todo el mundo. En Filipinas, la Revolución Bolivariana liderada por el comandante Chávez inspiró la construcción de un nuevo partido político, que forma parte de las lecciones y experiencias que renuevan y revitalizan el socialismo en el siglo XXI.
El Partido Lakas ng Masa (PLM o Partido de las Masas Trabajadoras) fue construido (o, más precisamente, reconstruido por diversos partidos políticos y grupos de activistas en Filipinas) en 2009. El documento que describe la formación del Partido examinó la experiencia venezolana, la Revolución Bolivariana y las ideas del socialismo del siglo XXI y las hizo guía para la lucha revolucionaria.
La idea principal en la construcción del PLM fue establecer un instrumento político dedicado a la movilización de las masas desde el nivel de las bases, durante la lucha revolucionaria y en el período de intervención electoral. Este tipo de construcción del Partido rechaza el viejo modelo estalinista de la formación de un partido monolítico y los métodos dogmáticos de hacer la revolución. Las fuerzas iniciales que formaron el PLM provenían mayoritariamente de la tradición maoísta, por lo que habían atravesado una estrategia que dogmatizaba el concepto de guerra popular prolongada.
La Revolución Bolivariana en Venezuela abrió la posibilidad de otras formas y métodos de hacer la lucha revolucionaria en la medida que implican la movilización popular masiva y formas de lucha que promueven la participación democrática de las masas. La Revolución Bolivariana mostró una reafirmación de la idea revolucionaria clásica de que la emancipación de la clase obrera tiene que ser llevada a cabo por la misma clase obrera.
A partir de las experiencias de la Revolución Bolivariana, que comenzó en Venezuela y se extendió por muchos países de América Latina, Hugo Chávez conceptualizó las nuevas ideas del socialismo del siglo XXI. Los nuevos métodos de lucha socialista rechazan el procedimiento de ultra-izquierda de pontificar a las masas una única manera absoluta de llevar a cabo la revolución, por ejemplo, la estrategia de la guerra popular prolongada en Filipinas. La experiencia nos ha demostrado, en cambio, que la revolución avanza al arraigarse en la situación concreta de las masas y, desde allí, proporcionándoles la ex-periencia necesaria para avanzar paso a paso hacia la conquista del poder político. Esto significa que en una situación de impasse político, donde las fuerzas revolucionarias no pueden capturar el poder del Estado de una sola vez, y las fuerzas reaccionarias no pueden aniquilar a las fuerzas de la revolución, otras formas tradicionales de lucha como las elecciones se convierten en un importante punto de inflexión en la continuación y ampliación de la marcha de la revolución. La experiencia venezolana y bolivariana ha dado cuenta de esto.
El socialismo del siglo XXI realza el carácter popular de la revolución, garantizando la participación de todos en el esfuerzo por cambiar el sistema. La experiencia latinoamericana nos muestra que la revolución no avanza intentando provocar una gran barrida de inmensas proporciones, como en el modelo ruso de 1917, pero se desa¬rrolla a través de la combinación de la lucha y la movilización de masas (con el levantamiento popular en su cima) y las vías tradicionales de lucha, como las elecciones.
La estrategia revolucionaria del PLM se ha inspirado en las experiencias de Venezuela y de América Latina. En las elecciones de este año en Filipinas, el PLM hizo un llamamiento para transformar la intervención electoral en una lucha de masas, sobre todo en las elecciones barriales previstas para octubre de este año. Esto significa un llamado a todos sus líderes y miembros a participar en las elecciones locales compitiendo como candidatos o formando alianzas electorales a nivel barrial. En ausencia de una situación insurreccional, esta estrategia permitirá que el PLM se desarrolle como un partido político que puede refutar los ejercicios electorales burgueses a través de luchas y movilizaciones de masas desde las bases.
El socialismo del siglo XXI también nos ofrece un nuevo concepto revitalizado del socialismo, uno que toma la movilización y participación de masas en la construcción de los cimientos del socialismo como elemento principal. Este no es un socialismo meramente dirigido por el Estado, sino un socialismo con participación popular al que se busca arribar desde los mecanismos de la democracia participativa. El socialismo del siglo XXI tiene su componente principal en la prestación de amplios servicios de bienestar social para el pueblo, algo que lo ubica en directa oposición y como una clara alternativa al neoliberalismo que caracteriza al declinante capitalismo de hoy.
La plataforma de gobierno del PLM, que explica en detalle el programa de gobierno que el PLM se propone seguir una vez alcanzado el poder, está inspirado en las ideas del socialismo del siglo XXI, la Constitución venezolana y el Programa de gobierno venezolano.
A causa del nivel de la lucha política en Filipinas, todavía no desarrollado, la plataforma del PLM es, sin embargo, transicional y se enfoca en las reformas económicas y políticas inmediatas que el PLM pretende perseguir una vez que gane representación en el gobierno.
El socialismo del siglo XXI también fusiona los diferentes aspectos de las luchas nacionales y sociales que abarcan la revolución hoy en día: la lucha por la soberanía y la independencia; la lucha feminista; la lucha ecológica; la lucha de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (Lgtb); y otras. El PLM reconoce esto a través de la incorporación de todas estas luchas como aspectos necesarios de la lucha por un nuevo sistema, por el socialismo.
La Revolución Bolivariana bajo el Comandante Chávez también nos mostró la necesidad de atraer y movilizar a las filas del “reaccionario” ejército para servir a las masas y cambiar el sistema. Esta nueva orientación respecto de la tropa de soldados rasos, e incluso con los oficiales medios, permitió al PLM alcanzar y contactar la capa radicalizada de la institución militar durante la crisis política en 2009, cuando los “militares rebeldes” reclamaron la destitución de la entonces presidente Gloria Macapagal-Arroyo y el establecimiento de un gobierno de transición revolucionaria que incluyera a las fuerzas de izquierda. Aunque la rebelión militar y el gobierno de transición no lograron despegar, la vida del comandante Chávez y la experiencia bolivariana se convirtieron en una inspiración para los militares rebeldes. El PLM colaboró en ello mediante la distribución de materiales de lectura y organizando sesiones de educación entre algunos líderes de los militares sublevados.
Nosotros, desde el PLM, también entendemos que la defensa del comandante Chávez al socialismo del siglo XXI incluye la formación de una Internacional (la Quinta Internacional) que asegurará el avance de la causa socialista en distintas partes del mundo, y el apoyo de socialistas en todas partes a las luchas de las masas por la soberanía, la justicia social, la paz y la preservación del planeta. Mientras su formación ha sido dejada de lado por diversos motivos, incluyendo el aumento de las amenazas y la intervención de las potencias imperialistas extranjeras contra Hugo Chávez y el gobierno venezolano, la consolidación de la Revolución Bolivariana y el avance del socialismo del XXI continúa en América Latina. Los éxitos de los gobiernos liderados por socialistas en Venezuela, Bolivia y Ecuador –y la persistencia de la construcción del socialismo en Cuba– atestiguan la marcha hacia adelante de la historia.
El fallecimiento del Comandante Chávez es sin duda un gran golpe para el avance del socialismo del siglo XXI. Pero las lecciones que impartió ya han inspirado a multitudes de socialistas en todas partes del mundo. Su mayor legado cobrará vida en esta nueva generación de socialistas que adhieren al concepto liberador del socialismo del siglo XXI.