Filipinas: renace la resistencia contra la dictadura
Walden Bello (centro) y Sonny Melencio (derecha)
12 de agosto de 2017 — Sin Permiso traducido por Enrique García — El pasado 20 de julio tuvo lugar en el Benitez Hall, Universidad de Filipinas en Diliman, la Conferencia Nacional contra la Dictadura (NCAD), que pretende articular un frente de izquierdas contra la evidente evolución del régimen del presidente Duterte hacia la dictadura mediante la extención del Estado de Guerra impuesto en Mindanao. Recogemos las intervenciones de dos viejos amigos y colaboradores de Sin Permiso (en cuyos archivos se pueden consultar varios de sus artículos), Sonny Melencio y Walden Bello (en la foto), dos veteranos luchadores contra la dictadura de Marcos y los sucesivos regímenes EDSA. SPUna situación peligrosa
Por Sonny Melencio Esta es una iniciativa adecuada a los tiempos. El Presidente Duterte acaba de confirmar que está deseando instaurar una dictadura. Quiere extender la ley marcial en Mindanao hasta diciembre de este año. Y sus chuwariwariwap boys (sus “amiguetes”) en el Congreso están de acuerdo. Y ahora incluso el Vice Leni dice que no hay que sospechar de sus intenciones, que es por nuestro bien. Pero me parece que no nos espera nada bueno. Hace unos días, Duterte obtuvo un índice de aprobación del 82% en la encuesta Yonhap. Su más alta hasta el momento. Hay un montón de dudas sobre esta encuesta. La encuesta se realizó del 24 al 29 de junio. Nadie sabía donde estaba en estas fechas y desapareció durante una semana. ¿Significa eso que la gente le apoya especialmente cuando ha desaparecido y no hace nada? Es como si la gente estuviese harta y quisiera que la dejaran en paz.La dictadura de la ley marcial
Sé que la mayoría de ustedes son muy jóvenes para haber vivido una dictadura en toda regla. Pero yo la viví y luché contra ella, y cuando era joven, como ustedes hoy, a los 22 años, fui secuestrado por las fuerzas policiales fascistas, y me secuestraron en una casa de seguridad militar donde fui torturado repetidamente, día tras día. Sobreviví gracias a una audaz fuga que me reintegró al movimiento clandestino desde el que con varios jóvenes continué una lucha implacable contra la dictadura. Después, el resto es historia. Pero es una historia emborronada. Marcos fue expulsado con un levantamiento popular llamado la Revolución EDSA 1. La gente se movilizó por millones. Pero la revolución fue secuestrada por los representantes de la oligarquía que ahora llamamos los “amarillos”. Los gobiernos EDSA se sucedieron pronto uno detrás de otro. Cada uno de ellos fue una caricatura del anterior. Tuvo lugar la Revolución EDSA 2. No fue contra una dictadura, sino en contra de un presidente corrupto, Erap. La gente se movilizó otra vez por millones. Pero la revolución fue secuestrado de nuevo por los representantes de la oligarquía cuya dirigente, Gloria Macapagal Arroyo, se convirtió en la segunda presidenta más corrupta de Filipinas después de Marcos. Por si lo han olvidado, hubo una EDSA 3. Es importante recordarlo, porque fue el precedente que nos trajo hasta aquí. EDSA 3 mostró el desencanto de los pobres con el régimen de la oligarquía elitista. Esta EDSA 3 no fue secuestrado por la clase dominante, ya que fue desencadenada por una facción de la clase dominante. Uno tras otro, los “trapos” (caciques) de la élite llegaron al Santuario EDSA y llamaron a las masas pobres a la revuelta para volver a llevar a Erap al poder. Y en un amanecer húmedo del 1 de mayo, marcharon a Malacañang donde trataron de escalar las puertas del palacio, y fueron masacrados por los guardias presidenciales, los infantes de marina y la policía. Nadie sabe cuánta gente murió ... El gobierno de Noynoy Aquino fue el último clavo en el ataúd de color “amarillo”. Este régimen también fue popular cuando llegó al poder. Pero lo arruinó todo manteniendo los esquemas neoliberales bajo la propaganda “Daang Matuwid”. Se negó a ver lo que se venía encima, que la gente estaba harta. En las elecciones de 2016, 16 millones votaron por Duterte, un claro repudio de la fiebre “amarilla” que había sufrido la nación después de la caída de Marcos en 1986. Ahora estamos en una etapa en la que la historia parece repetirse. Pero como dijo Karl Marx, la historia se repite - por primera vez como tragedia, la segunda como farsa. La tragedia fue el régimen de la ley marcial de Marcos. Lo absurdo de todo el régimen Duterte es que pretende copiar al de Marcos. Duterte es él mismo una caricatura de Marcos. A diferencia de Marcos, que saltó a la política nacional a una edad temprana, Duterte no viene de la oligarquía nacional tradicional. Duterte es un señor de la guerra, una de esas criaturas políticos que han estado en la periferia de la política filipina durante mucho tiempo. Ellos y sus clanes controlan las administraciones locales en sus provincias y regiones, y lo que los diferencia de otros políticos tradicionales son sus ejércitos privados y escuadrones de la muerte, o el uso de la violencia para perpetuar su dominio. Duterte es sólo uno de ellos. Están los Dys en Isabela; los Fariñases y los Marcos en Ilocos; los Josons en Nueva Ecija; los Yaps en Escalante y Negros; los Ampatuan en Maguindanao; y así sucesivamente.El fundamento de la popularidad de Duterte
Pero hay que tener en cuenta la popularidad de Duterte también. Sigue siendo muy popular entre las masas. O entre las clases medias, que parecen tolerar lo que está haciendo. Aquí es donde se le suele comparar con Hitler. Pero, contrariamente a la apelación de Hitler a los sentimientos nacionalistas de las masas alemanas para llevarlos a su programa fascista a finales de 1930, Duterte no se proyecta en el nacionalismo. Incluso ha abandonado sus reclamaciones sobre el Mar del Oeste de Filipinas y está abiertamente flirteando con China. Tampoco la guerra en Mindanao tiene que ver con el nacionalismo. Es puro chovinismo contra los musulmanes y los moros.¿Por qué Duterte tiene el apoyo de las masas?
Duterte está utilizando el miedo como arma para ganar el apoyo de las masas. Para Duterte, sólo hay dos grupos de enemigos que hacen miserable la vida de las masas. Uno de ellos son los “durugista” (drogadictos), que van a violar y matar a tus hijas y a robarte todo lo que tengas y hayas ganado honradamente. El otro son los “teroristas” (terroristas), que es un Moro y un musulmán responsable de la guerra en Mindanao. Es tan simplón como la identificación de Hitler de los judíos como el enemigo del pueblo alemán y de todas las otras razas. Si se cree, a continuación se creerá que la salvación sólo puede venir a través de la aniquilación total de los “durugistas” y “teroristas”. No importa cuales sean los problemas sociales que engendran las crisis de las drogas y el terrorismo.Psicología del fascismo
Un psicoanalista y escritor marxista muy conocido, Wilhelm Reich, escribió un libro titulado La psicología de masas del fascismo. En el, escribió: “el fascismo como un movimiento político se diferencia de otros partidos reaccionarios, porque es apoyado y defendido por masas de personas. El fascismo no es, como generalmente se cree, un movimiento puramente reaccionaria; más bien, es una mezcla de emociones rebeldes y de ideas sociales reaccionarias". Así que hay una psicología del fascismo. Aunque todavía no ha evolucionado hasta convertirse en un movimiento, las ideas fascistas ya flotan en el aire. Duterte utiliza las emociones de las masas rebeldes, mientras proclama ideas sociales cada vez más reaccionarias. Duterte hace uso del desencanto de masas con los gobiernos de las fuerzas “amarillas”, pero al mismo tiempo, elogia la ley marcial de Marcos. Duterte denuncia el terrorismo que se cobra la vida de los bangsamoros en Marawi, pero en el mismo tiempo acusa a todos los Moros y musulmanes como instigadores del terrorismo en Mindanao.¿Cómo detener a Duterte? ¿Cómo evitar la dictadura?
Estoy de acuerdo con usted en que el proyecto más urgente actual es una coalición contra la dictadura, un frente unido contra la dictadura. Pero tiene que ir más allá. Esta es la lección que nosotros, los sobrevivientes de la ley marcial y veteranos de la lucha contra la dictadura, hemos aprendido. Podemos tener un amplio frente unido contra la dictadura, pero que no diga gran cosa acerca de las alternativas. Podemos bloquear la evolución hacia la dictadura, pero ¿estamos preparados para aceptar que recuperen de nuevo el poder las oligarquías de élite y los “amarillos” tradicionales? Si no queremos que pase, entonces tenemos que ponernos de acuerdo sobre un programa político claro que recoja nuestras reivindicaciones y aspiraciones como una fuerza independiente de las fuerzas políticas tradicionales y de la élite.Situación peligrosa
Voy a terminar esta charla con un comentario sobre dónde estamos en este momento de la historia. Estamos en una situación muy peligrosa y alarmante. Duterte ha probado su estado de sitio y quiere más. Duterte ha corrompido las dos cámaras del Congreso y las ha convertido en un mero sello de caucho que aprueban lo que les diga. Controla y mima a la policía como su fuerza ejecutora en su guerra contra las drogas en contra de los pobres. Ha conseguido que el ejército actúe a su voluntad en Mindanao, pero sólo en el sentido de darles el control sobre el terreno. El ejercito, las AFP, es el eslabón débil de Duterte. Es la única fuerza consolidada y bien organizada dentro del régimen que pueda impugnar la voluntad de Duterte si quiere. Puede ser que, en un futuro próximo - ya sea como una reacción a la retórica de Duterte contra sus amos estadounidenses, o como una oportunidad abierta por la desaparición temprana de Duterte debido a su mala salud- lo haga. Ciertos generales ya han comentado, “si el gobierno civil no puede hacerlo, entonces lo haremos nosotros”. Creo que estos generales quieren emular a Tailandia, donde los militares se han hecho cargo del poder después de los desordenes contra el gobierno civil. No estamos en una situación revolucionaria. Sin embargo, dos de sus principales características ya están en su lugar. Una es que la clase dominante no puede gobernar a la antigua usanza, y dos, que las masas no quieren ser gobernadas a la antigua usanza. Duterte llegó al poder debido a que la élite gobernante tradicional no podía seguir haciéndolo como antes. Las fuerzas de élite “amarillas” se están desintegrando rápidamente y han logrado sobrevivir fusionándose con Duterte y su partido en el poder. Las masas han repudiado claramente a las viejas fuerzas oligárquicas de la élite. Lo que falta es, pues, la reaparición de la acción directa de la gente en las calles. Hay atisbos de ella, pero no pueden consolidarse. Por otro lado, si Duterte muere hoy, o queda incapacitado de alguna manera, no creo que las masas acepten volver a los viejos usos de dominación. No creo que acepten otra gobierno de la oligarquía “amarilla”. Así que en la izquierda, que no es ni pro-Duterte ni “amarilla”, ni esta comprometida políticamente, hay una gran cantidad de oportunidades para construir un nuevo movimiento. Ha llegado el momento de una alternativa política basada en las masas que se componga de todos los sectores, secciones, clases y movimientos que anhelan un cambio de sistema en la sociedad actual.Muchas gracias. Mabuhay kayong lahat! ("¡Sean todos bienvenidos!")
Sonny Melencio es Presidente del PLM (Partido Lakas ng Masa).